lunes, 4 de enero de 2010


Azul: el color del alma

El movimiento de este color es centrípeto, y atrae la atención del observador hacia sí mismo. Representa la profundidad del mar y la inmensidad del cielo; simboliza la profundidad y la inmensidad de nuestra alma.

El azul y la psicología: es el color de la meditación, nos ayuda a conocer nuestra alma y comprender quiénes somos. En la psicología de los colores el azul indica las personas equilibradas y satisfechas.

El azul y la simbología: la cultura cristiana relaciona este color con la profundidad de los sentimientos, con el alma, y con las virtudes teologales (Fe, Esperanza, Caridad): la Virgen María, que encarna todas las virtudes, tradicionalmente lleva una capa azul.
El azul puede simbolizar también las tinieblas; escribiò Goethe: “como el amarillo siempre lleva consigo la luz, el azul siempre lleva consigo algo de obscuro”. Es un color que nos hace enajenar de la realidad y provoca el aislamiento. En la lengua inglésa se utiliza la expresión “ I feel blue”, para expresar un sentimiento de depresión.
El color azul se puede también asociar a los sueños, el medio que nuestra alma utiliza para hablarnos.

El azul y el arte: el pintor italiano Caravaggio nunca utilizaba el azul en sus pinturas, para él esta tinta era “tóxica como el veneno”. Hay muchos pintores que sienten una fuerte aversión por este color, y esto depende del carácter de las personas. El azul es veneno para los sujetos fríos, imperturbables, y propensos a los pensamientos negativos.

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